Poner en valor el noble edificio de la iglesia parroquial de Sant Pere Apóstol del Grao, bendecido en 1940, que reúne las singularidades especiales para acceder a la declaración de bien de relevancia local (primera instancia jurídica para garantizar su conservación y protección por parte de los poderes públicos).

Ese es el objetivo principal de las obras que se están ejecutando en el templo del distrito marítimo. Unos trabajos que pretenden “la restitución de las vigas y la colocación de un nuevo techo que garantice, además, su impermeabilización”, explica detalladamente el cura párroco, Albert Arrufat, quien, asimismo, añade que “existía un riesgo de desprendimiento” que quieren “evitar”. Arrufat reitera el valor patrimonial y artístico de la iglesia, “que fue construida por el arquitecto Vicente Traver, el que dirigió las obras de la concatedral de Santa María tras la guerra civil y el conjunto de tesoros artísticos que se encuentran en su interior”.

INSTALACIÓN ELÉCTRICA // Otro de los trabajos que se están realizando es “el cambio en la instalación eléctrica, que era muy antigua y estaba deteriorada. También están en proceso de remodelación la casa abadía, con la vivienda del cura, y los despachos parroquiales, que necesitaban una adecuación muy importante”, concreta.

Estas obras cuentan con un presupuesto que ronda los 300.000 euros y tendrán una duración de aproximadamente cuatro meses.

El coste de los trabajos está sufragado “por los fieles y con donativos de empresas y particulares”, como indica el párroco, quien habla de la “necesidad perentoria de que se acometiera este proyecto para avalar cuanto antes su conservación y protección”. H