La vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, reprochó ayer los 300 millones que ha costado a los ciudadanos de la Comunitat el «gran evento de presunta corrupción» de la Fórmula-1 en València, cuando se decía que «no iba a costar ni un euro».

Por las presuntas ilegalidades en la gestión de este acontecimiento deportivo están imputados, entre otros, el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, la exconsellera de Turismo, Lola Johnson; y el expiloto de motociclismo, Jorge Martínez Aspar.

Tras la rueda de prensa semanal del Ejecutivo valenciano, Oltra destacó que cada vez hay «más indicios» de nuevas irregularidades en relación con la contratación de la F-1 y de que el objetivo final de este gran evento era que «algunos hicieran el agosto».

Entre esos indicios, la vicepresidenta citó un nuevo informe de la Unidad de Delincuencia Económica y

financiera (Udef), en el que se señala que Valmor, la empresa promovida por el gobierno de Camps para la puesta en marcha de la F-1, participada por Bancaja y Jorge Martínez Aspar, entre otros, y cuya deuda asumió la Generalitat, falseo el contenido de sus cuentas de los años 2011 y 2011.

En relación con este caso, la diputada socialista en Les Corts, Ana Barceló, lamentó ayer que «el PPCV que engañó y creó un pufo con la Fórmula 1 es el mismo que hoy está sentado en la bancada de Les Corts Valencianes», así como calificó de «extrema gravedad» el informe de la UDEF que «sitúa a Francisco Camps en el centro de la estafa», y en el que se confirma «cómo se mintió en sede parlamentaria», puso de manifiesto la diputada.