El 76% de los costes del sistema gasista español son transporte y distribuidor. Es decir, solo uno de cada 4 euros que paga una empresa en su factura está directamente relacionado con la energía; el resto son cargas tributarias y administrativas por el uso y mantenimiento de las infraestructuras. Pero la realidad es que estas están “sobredimensionadas” y son innecesarias.

Según un estudio de GasIndustrial, la entidad que aglutina a los grandes consumidores de gas en España, entre los que se encuentran los fabricantes azulejeros a través de Ascer, “en los años 2014 y 2015, el uso de las plantas de regasificación fue inferior al 20%”. La demanda de esta materia prima en el año 2014 fue de 301 TWh (825 GWh/día), un dato que contrasta con los 1982 Gwh/día de capacidad nominal total que tiene el sistema gasista español. Es decir, se consume menos de un tercio del que se tiene capacidad de procesar en las seis regasificadoras o de entrar en el país a través de los seis puntos de conexión internacional. Otro ejemplo es el almacén Castor, en Vinaròs, por el que los españoles pagarán 1.400 millones y que está inoperativo por riesgo de sismicidad.

EXIGENCIAS // De ahí que los empresarios exijan a medidas al próximo Gobierno de España como “fomentar la liquidez del mercado con todos los instrumentos posibles”, “alcanzar el triple de traders activos en tres años, es decir, llegar a 30”, “la participación de los consumidores industriales en la planificación de las infraestructuras” o “la revisión de impuestos por parte de la Administración”.

El pasado sábado, el Ejecutivo en funciones de Mariano Rajoy daba un primer paso en la dirección de dotar de mayor liquidez al sistema: el BOE publicaba que la compra de 1.365.050.000 kWh para gas colchón, es decir, para garantizar las reservas de energía en España en el 2016, y de 803.000.000 kWh de gas talónse -el que sirve para el mínimo llenado de la red de transporte- se hará a través del hub. Esto permitirá que incremente su masa crítica y contribuya a que el precio se fije a través del mercado organizado, aportando transparencia al precio final de la energía que se consume. H