El futuro del Mercado de Sant Pere del Grao está seriamente en entredicho poco más de cinco años después de que se pusiera en marcha el recinto. El progresivo abandono de las paradas hace que en la actualidad solo una de ellas permanezca abierta, lo que ha llevado al equipo de gobierno a tener que estudiar posibles fórmulas para evitar su cierre.

El mercado cuenta con espacio para más de una decena de comercios, dedicados a la alimentación. Sin embargo, desde que se pusiera en marcha han sido habituales los cambios de propietario o los abandonos en las paradas por falta de rentabilidad, a pesar de que los alquileres se sitúan en precios asequibles.

Así, desde el pasado verano ya no contaba con venta de pescado, después de que la última de las dos paradas habilitadas al efecto echara el cierre, y en la actualidad solo funciona un puesto de venta de carne y embutidos.

plan municipal // Ante esta situación, desde la Concejalía de Impulso de la Actividad Economía, liderada por la concejala Patricia Puerta, se está estudiando cómo reactivar la actividad y el interés por alquilar espacios. También el teniente de alcalde del Grao, Rafa Simó, revela que están “estudiando fórmulas” para poner en valor este mercado tradicional, aunque reconoce que “no será fácil”.

Hay que recordar que el actual recinto sustituye al anterior Mercado de Sant Pere, ya muy castigado por el paso del tiempo y la aluminosis. El inmueble se inauguró en diciembre del 2010 y ocupa una superficie total de 780 metros cuadrados de solar, con una inversión municipal que alcanzó de 1,1 millones de euros.

Además de espacio para venta de pescado, fruta y carne y una cafetería, en la primera planta se desarrollaron espacios destinados a biblioteca, sala de ordenadores y oficina de consumo.

CERÁMICA // Uno de los elementos característicos de este espacio es que para su construcción se utilizaron más de 2.200 metros cuadrados de revestimientos y pavimentos cerámicos. De hecho, solo la fachada tiene más de 900 metros cuadrados de azulejos. H