Las peluquerías de la provincia de Castellón están en pie de guerra. Las consecuencias de la crisis sanitaria del Covid-19 y el posterior confinamiento está provocando «pérdidas millonarias», como explica el presidente el Gremio Provincial de Peluquerias y Estilistas (Gpemprocas), Adolfo Pastor.

Unos establecimientos (1600 en la provincia de Castellón, de los cuales 600 solo en la capital) que iniciarán movilizaciones en el mes de septiembre para pedir una disminución del 10% del IVA reducido, como ya se está haciendo en otras ciudades españolas.

«Un plan de rescate para reducir el impuesto ante el retroceso de la actividad económica, que pone en riesgo el cierre de locales y la destrucción de empleo; uno de cada cuatro empleados en peluquerías de la provincia posiblemente tendrán que perder su trabajo», dice el titular de Gpemprocas.

Si durante el inicio del confinamiento las peluquerías, como actividad esencial, se llenaron de clientes, con el paso del tiempo la gente dejó de acudir a estos servicios. «Mujeres que una vez a la semana acudían a nuestros locales, ahora lo hacen una vez al mes para tinte y corte de pelo», explica Adolfo Pastor.

Recuerda, además, que durante todo este tiempo que ha pasado «no se está celebrando ningún evento; ni bodas, ni fiestas de gala… y las comuniones empiezan ahora a retomarse».

Las pérdidas que están arrastrando las peluquerías se cifran «entre los 3.000 y los 5.000 euros al trimestre», manifiesta Pastor, quien defiende que la lucha por la recuperación del tipo de IVA reducido del 10% «es una cuestión de justicia, ya que el sector de la imagen personal es un servicio esencial y de primera necesidad».

ÚNICO SECTOR / Denunció que es el único sector que no ha recuperado el tributo reducido, «mientras sí lo han hecho otros como veterinaria, funerarias, el cine, las discotecas y los espectáculos o las floristerías, después de ocho años, cuando en 2012 el Gobierno de Mariano Rajoy, con Montoro al frente de Hacienda, les subió el IVA del 8 al 21%». «La bajada del IVA -añadió- es imprescindible para el empleo autónomo, femenino y joven, duramente golpeado», concluyó.