Los psicólogos de la UJI que trabajan con la banda municipal de música de Castellón para atajar los problemas de convivencia defienden su proyecto y aseguran que el clima en el grupo «ya mejora» con el paso de los meses, y que en «muchos miembros» se nota «una energía renovada y positiva».

Son palabras de la responsable del proyecto, Marisa Solanova, que negó que el mismo tenga un coste de 18.000 euros, sino de «poco más de 4.000 euros». Además, rechazó que el plan de trabajo se limite al decálogo de consejos sobre buen comportamiento que, eso sí, reconoció que los integrantes de su equipo entregaron a los músicos para garantizar «unas normas de conducta mínimas».

Solanova explicó que el plan de evaluación de factores psicosociales que contrató el Ayuntamiento para solucionar los problemas en la banda municipal tiene una duración de año y medio, y que el díptico es «solo una medida entre muchas otras». «El primer año hemos realizado entrevistas individuales y en grupo, y durante los últimos seis meses realizaremos una actuación con cinco representantes elegidos democráticamente para generar unos nuevos hábitos de convivencia», añadió.

La psicóloga explicó que la banda municipal tiene unos 40 miembros, y que por lo tanto «es un grupo heterogéneo, pero detectamos que hay muchos integrantes que tienen ganas de salir de la difícil situación actual», motivada por la polémica con el anterior director, José Vicente Ramón Segarra, y el proceso para designar a un nuevo responsable.

Solanova dijo respetar las disputas entre partidos políticos y las estrategias de las diferentes formaciones, pero lamentó que se utilice «a una institución como la universidad, cuyos proyectos tienen siempre un trasfondo intelectual y científico».

DÍPTICO // Los psicólogos universitarios respondieron así a las críticas del PP sobre el contenido del díptico, que los conservadores consideraron «fuera de lugar» por incluir frases como «dí por favor y gracias», «sé amable».