Si nada lo remedia, la semana próxima se presentarán al menos cuatro candidaturas para aspirar a la secretaría general del PSPV de la provincia de Castellón, una vez que el comité federal que se celebra hoy en Llucena dé el pistoletazo de salida oficial para el proceso congresual que debe desembocar en el cónclave cuya celebración está prevista para los días 16 y 17 de diciembre.

De hecho, en la reunión, a la que están convocados sus 110 miembros, aunque la expectativa es que difícilmente acudirán todos, se aprobará el calendario que se compartirá, en su mayor parte, con las citas internas de las provincias de Alicante --donde ya se ha creado la gestora y se esperan varios candidatos--, y València, donde tampoco está claro que solo vaya a haber una lista, pese a la renuncia del presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, a presentarse.

En Castellón, el proceso que se afronta tiene visos históricos en el sentido de inéditos, por varias razones. La primera se fundamenta en que las elecciones primarias se realizarán a doble vuelta por primera vez, cumpliendo con el mandato del último congreso federal, en virtud de una decisión que ha costado mucho tomar a los socialistas --no ha sido provincial, sino que sale de largas negociaciones entre Blaquerias y Ferraz--, y cuyas consecuencias son imprevisibles.

La segunda emana del abultado número de candidatos. Son cuatro, José Benlloch, quien anunció su voluntad de optar a liderar el PSPV provincial inmediatamente después de la reelección de Ximo Puig al frente del partido en la Comunitat; Ernest Blanch, quien representaría la opción que sostiene una mayoría de la actual ejecutiva; Ángel Badenas, quien asegura que tiene respaldos suficientes para ganar; y el exsenador y portavoz de Militantes en pie, Josep Lluís Grau, cuyo colectivo ha mermado desde su momento álgido durante el último proceso precongresual federal, especialmente, después del traumático congresillo celebrado en la Pobla Tornesa.

La evidente fractura interna que prueba el solo hecho de que haya cuatro opciones en liza aleja ya las posibilidades de que los socialistas castellonenses aborden un proceso tranquilo, el que se lograría solo con la presentación de una única lista de consenso, de modo que la confrontación de la que ha asegurado el líder de País, Ximo Puig, que pretendía huir, parece estar servida en mayor o menor medida.

Queda ver si la dispersión del voto obliga a llegar a la segunda vuelta de primarias, lo que profundizaría con más intensidad en las diferencias orgánicas.