Red Eléctrica Española (REE), la encargada de ejecutar la línea de Muy Alta Tensión -MAT- entre Morella y Almassora, explicó ayer que tras un proceso que se presume largo y complejo, en el que se estudiarán caso por caso las oportunas alegaciones contra el actual trazado que presenten los diferentes ayuntamientos afectados, se valorará cualquier medida correctora, incluso soterrar aquellos puntos que sean especialmente sensibles, según explicaron fuentes de la entidad, que añadieron que todo se verá en su momento.

La compañía sí quiso dejar claro que estas modificaciones no supondrán un cambio sustancial del proyecto, que es «fruto de un trabajo intenso donde se han tenido en cuenta todos los condicionamientos urbanos y medioambientales y que no deben alterarse sustancialmente».

La REE, en cuyo accionariado participa el Ministerio de Industria con un 20% del total, subrayó ayer que es prematuro señalar qué medidas pueden modificarse o no, o si se va a proceder al soterramiento de la línea en aquellos puntos más conflictivos. «Todo ello se verá», aunque las mismas fuentes dejaron entreabierta esta posibilidad una vez se estudien las numerosas alegaciones de la que es objeto este proyecto.

NO a las COMPARACIONES // De otro lado, la compañía rehusó comparar el caso castellonense con lo ocurrido en otros puntos de la geografía española, como es el caso catalán. «El soterramiento es una posibilidad, pero no la única; existen numerosas medidas que permiten reducir el impacto de estas líneas y la mayoría de ellas ya vienen contempladas en el actual proyecto, para el que se ha venido trabajando intensamente a lo largo de los últimos años», según recuerdan fuentes de la propia compañía.

El proyecto, con un coste de más de 47 millones de euros, prevé realizar más de 1.800 expropiaciones en 17 municipios. Fuentes de la compañía volvieron a decir ayer que el actual plan contempla ya medidas para promover el consenso, como es el haber incorporado nuevos elementos que satisfagan parte de las reclamaciones. «Es lo que ha pasado con el alejamiento de los tendidos que pudieran afectar a zonas habitadas de Vilafamés o Benassal», según indican las fuentes consultadas.

La longitud total del trazado es de algo más de 86 kilómetros y ya en el 2011 se modificó parte de la línea para reducir su impacto, como recuerdan desde la propia compañía eléctrica. H