El Sindicato Central de Aguas del Millars pidió a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) una inversión de diez millones de euros para reparar uno de los aliviaderos del embalse de Arenós. El objetivo es incrementar la capacidad del pantano hasta los 90 hectómetros cúbicos (hm3), ya que pese a las diferentes obras acometidas en los últimos años el nivel de resguardo fijado para los meses de invierno es de 65 hm3, la mitad del espacio para el que fue construido en su momento.

Así lo expuso el presidente de la organización de regantes, Enrique Font, en una reunión en la que la CHJ presentó los documentos iniciales para la adaptación del Plan Hidrológico vigente al periodo 2021-2027. Al encuentro acudieron no solo los regantes, sino también otros actores implicados como asociaciones ecologistas, universidades, organizaciones empresariales o administraciones, entre otros.

Font indicó que la inversión necesaria para el arreglo de este desagüe ronda los diez millones de euros, una cantidad muy alejada de los 55 millones que contemplaba un plan de mejora integral del embalse que hace años que está paralizado. Estas obras, aunque más modestas, sí darían respuesta a unos regantes que, pese a que tienen asegurada la lluvia para este año tras la gota fría del otoño pasado, ven con preocupación la falta de precipitaciones vinculada a fenómenos como el cambio climático.

INVERSIONES

El embalse de Arenós, el más grande de la provincia, ya fue objeto de una reforma en el 2017 que acabó con algunas filtraciones de agua que le restaban seguridad. Estos trabajos han permitido que en momentos puntuales el pantano albergue hasta 83 hm3, una cifra que con la reparación del aliviadero podría superarse de forma permanente.

CAUDAL ECOLÓGICO

Otra de las cuestiones que estará sobre la mesa en la reformulación del Plan Hidrológico para los años 2021-2027 es el establecimiento de un caudal ecológico para el tramo final del Millars, que va desde el pantano de Santa Quiteria hasta el mar. Se trata de un debate antiguo y sobre el que hay opiniones muy enfrentadas. Por una parte está el Sindicato Central de Aguas del Millars, entidad que agrupa a los regantes de buena parte de la Plana Baixa y de municipios de la Plana Alta como Castellón y Almassora, que ve con recelo esta opción porque entiende que ese agua es imprescindible para garantizar el regadío. Asimismo, consideran que las reservas necesarias para garantizar ese caudal en la desembocadura son demasiado abundantes por la amplitud del cauce en su tramo final.

En cambio, las entidades ecologistas han pedido en varias ocasiones que el Millars lleve agua hasta el mar. También el Consorci del Millars se ha mostrado a favor de esta opción para que el río pueda ganar en atractivo ambiental y turístico.