El president de la Generalitat, Ximo Puig, se reunió ayer con representantes de las principales asociaciones del sector citrícola de la Comunitat para recoger sus inquietudes y trasladarlas al ámbito europeo, cara a la serie de reuniones que mantendrá con representantes de la Comisión a partir del jueves. En el centro del debate estuvo el tratado comercial firmado entre la UE y Mercosur, que en su formato actual tendría enormes perjuicios para la naranja valenciana, denuncian productores y comercializadores, por lo que animaron a Puig a impulsar su modificación.

La posición del sector es clara: «La puesta en marcha de este acuerdo podría significar el «golpe definitivo», en palabras del presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, para un sector ya muy debilitado. El objetivo del encuentro era instar al jefe del Consell a que realice todas las maniobras posibles para introducir una serie de cláusulas que consideran necesarias, ya que la ratificación del tratado no llegará hasta octubre o noviembre.

Antes de la reunión --después no hizo declaraciones--, el socialista señaló que estudiarán si hay que «mejorar algunos aspectos», ya que «hay que dar respuesta a aquellos sectores que puedan tener algún tipo de complicación·.

Uno de los mensajes más repetidos en la cumbre fue que Puig debe transmitir estas reivindicaciones al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al tener la potestad de validar el acuerdo.

peligros // «Vienen a sustituir la naranja española por la de ellos», advirtió Aguado en referencia a la fruta de los países sudamericanos, especialmente la de Brasil. Desde la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de la Comunitat, su presidente, Cirilo Arnandis, denunció que la firma del tratado llega tras «20 años de ocultismo».

Las amenazas que afectarán al sector están detalladas en un documento que la Unió de Llauradors ha entregado a Puig. Su presidente, Carles Peris, cree que «es de agradecer» que este «haya escuchado al sector», y afeó el «perfil bajo» del Gobierno central en esta negociación».

La directora general del Comité de Gestión de Cítricos, Inmaculada Sanfeliú, señaló que la mayor problemática afectará al mercado del zumo: «El acuerdo plantea un desmantelamiento arancelario y Brasil lo venderá en la UE sin aranceles. A nosotros nos reducirá aún más el margen para el 18% o el 20% de la producción que va a zumo».

«Solo pedimos reciprocidad», resumió el presidente de Intercitrus, Manuel Arrufat.