Castellón vive una especie de fiebre por exportar cítricos a China. Las empresas naranjeras provinciales han visto la posibilidad de explotar un mercado que hace tres campañas tenían cerrado. La firma de un protocolo (una de las demandas del sector) ha permitido abrir las puertas del gigante asiático y el inicio de este año ya ha demostrado que puede ser un nicho de negocio interesante: de enero a mayo se envió casi 1.800 toneladas de fruta (12 millones en el conjunto del panorama estatal), según el Icex.

La pujanza de este mercado ha motivado que en el registro de Sanidad Vegetal de la Subdelegación del Gobierno (donde se tienen que inscribir los huertos de los que procede la fruta y las empresas comercializadoras) hayan tenido que ampliar dos semanas el plazo de inscripción. El viernes se cerró definitivamente (se vuelve a abrir en diciembre para la segunda parte de la campaña) con 12 comercios inscritos, por los 7 de la temporada pasada.

interés // Desde el sector confirman el interés. El presidente de la patronal provincial de exportadores, Jorge García, afirma que hay empresas chinas «que han venido aquí y están buscando sobre todo lane lates». Y es que la clemenules no soporta los 30 días de viaje y se necesitan variedades «más duras, como ortaniques», señala Manuel Arrufat, agente comercial citrícola, que recientemente ha participado en la feria Asia Fruit Logistica, en Hong Kong, precisamente para cerrar contactos comerciales.

Además, los importadores tienen más interés «en la fruta grande», que se da en la segunda parte de la campaña, señala Arrufat, por lo que la mayoría de los envíos se producen «a partir del Año Nuevo chino, a finales de enero», señala el agente comercial castellonense. Tal es la potencia del mercado chino, que Arrufat señala que el precio «no es problema, porque allí venden carísimo. El problema es el tamaño y que la fruta llegue bien».

Por ello, desde el sector prefieren ser precavidos. Y ello a pesar de que incluso se baraja la posibilidad de fletar un barco desde Castellón a China. «Todo depende de cómo vaya la campaña», señala Arrufat. Por su parte, García apunta que, dado el desconocimiento de los importadores, las firmas de aquí aún deben seleccionar cuáles son de fiar. H