El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), la patronal estatal de empresas exportadoras, exigió ayer «garantías» de que la naranja que llega de Sudáfrica lo hace limpia de dos plagas que el sector considera muy peligrosas para la fruta castellonense: la mancha negra y, sobre todo, la temida polilla conocida como False Codling Moth o Thaumatotibia leucotreta.

La organización de productores aseguró que, con la temporada de fruta sudafricana recién empezada, «ya han llegado los primeros buques a puertos europeos» sin que haya «ninguna certeza» de que el tratamiento utilizado por las autoridades de este país para eliminar a este peligroso insecto funcione correctamente, con el consiguiente peligro de que colonice la fruta local.

La presión que durante años han ejercido sobre las autoridades europeas los distintos actores del sector había logrado que esta campaña, por primera vez, la Unión Europea hubiera catalogado la Thaumatotibia leucotreta como enfermedad «de obligada inspección en todos los puertos». No obstante, el comité de cítricos denuncia que la solución tomada por el gobierno sudafricano es «un traje a medida para salvar la cara» que solo ha sido testada por una empresa pública de ese país.

UN tratamiento DISTINTO // «El único método regulado a nivel internacional es un tratamiento en frío que pasa por tener los cítricos 22 días en las bodegas de los barcos a -0,6 grados, mientras que ahora aplican un proceso con temperaturas en positivo y sin instrucciones claras respecto a los días de frío necesarios para acabar con la polilla», advierten fuentes de los los productores.

El enojo del CGC es aún mayor porque, apuntan, el tratamiento validado es el que Sudáfrica sí utiliza para exportar a otros países, como Estados Unidos o China. Por contra, alertan del «peligroso antecedente» que supone que las medidas de control sean inferiores precisamente en Europa, que es «el mercado más grande» para los cítricos sudafricanas, pues el 2017 entraron en el continente «más de 700.000 toneladas». Asimismo, denuncian el «agravio comparativo» respecto a plagas con presencia en España como la mosca de la fruta, pues «para exportar tenemos que cumplir unas medidas de seguridad que, como vemos, otros prodocutores no cumplen».

MANCHA NEGRA // El problema es similar con otra plaga que amenaza a la fruta local, la mancha negra, que el año pasado obligó a las autoridades europeas a rechazar la entrada de hasta 24 barcos sudafricanos, cuatro veces más que el 2016. Ante estas dos amenazas, las principales compañías exportadoras españolas piden a la Unión Europea que mejore los controles en sus puertos.