En el caso del Ayuntamiento de Vila-real no hay dudas. Si las circunstancias sanitarias lo permiten, en septiembre habrá fiestas adaptadas a la nueva realidad. El alcalde, José Benlloch, confirmó ayer que ya están mirando el alquiler de una plaza portátil de entre 1.500 y 3.000 plazas para acoger espectáculos taurinos.

A diferencia de otros municipios, el Ayuntamiento de la Vall d’Uixó no organiza directamente ninguna fiesta popular. Es por ello que la única posibilidad depende de la voluntad de las comisiones de fiestas, que de momento no han trasladado ninguna petición. Si lo hicieran, el consistorio exigiría cumplir la norma.

Orpesa es una de las localidades de la provincia que cuentan con una plaza fija, lo que facilitaría las cosas a la hora de plantear la organización de festejos taurinos controlados. Aun así, la alcaldesa, María Jiménez, tiene claro que este verano no habrá y que dependerá de la evolución de la pandemia que pase lo mismo en octubre.

Ante lo cambiante de las circunstancias, en Burriana estiman que es pronto para valorar si habrá fiestas en septiembre y, en caso de que sí, en qué condiciones. La alcaldesa, Maria Josep Safont, afirma que aún no hay nada concretado. Esperaban la publicación de la orden y, a partir de ahora, estudiarán todas las opciones.