Los sindicatos MCA-UGT y FECOMA-CCOO se han sumado hoy a las reivindicaciones de la patronal azulejera Ascer para pedir a la UE que no reconozca a la República Popular de China el estatus de economía de mercado porque afectaría gravemente a las empresas del sector cerámico.

Así lo han explicado hoy en rueda de prensa los representantes de la Federación de Construcción y Servicios del País Valenciano de Comisiones Obreras (FECOMA-CCOO), José Luis Colomer, y de la Federación de Industria Metal, Construcción y Afines del País Valenciano de la Unión General de Trabajadores (MCA-UGT), Ismael Sáez.

En la misma también han estado presentes los secretarios generales de CCOO y UGT en Castellón, Manel Nieto y Tino Calero, respectivamente.

Calero ha explicado que si la UE concede el estatus de economía de mercado a China podría suponer la pérdida de más de un millón de empleos en Europa.

En China, ha añadido, "no se dan las condiciones para considerarla economía de mercado, ya que está intervenida por el Estado y en ella se vulneran los derechos sociales y medioambientales".

Para este sindicalista, el trasfondo "político" del asunto se justifica en que se trata de "una potencia económica, militar y con muchos intereses" y está "ejerciendo presión en las altas esferas de la UE para que se le conceda ese estatus".

Por su parte, Nieto ha apuntado que concederlo sería "abrir la puerta a que todos los productos chinos entren en la UE como un elefante en una cacharrería".

Afectaría gravemente al sector azulejero, ha apuntado, y pondría a las empresas castellonenses "en grave desventaja y con problemas de supervivencia".

Las empresas estarían en una condición de "competencia desleal", ha explicado, porque "los costes de producción en la empresa azulejera castellonense son de seis a siete euros el metro cuadrado, mientras que en China no llegan al euro", debido, según ha añadido, a que en el gigante asiático no se acogen al mismo "marco social y laboral" que se ha logrado en Europa.

Colomer ha alertado de la pérdida de empleo que se produciría en el sector cerámico y ha dicho que por ello los sindicatos se suman a los ayuntamientos, asociaciones y a la propia patronal en su rechazo a que se le considere una economía de mercado.