Las obras de la N-232 que el Gobierno de España va a ejecutar en la provincia van a permitir mantener el tráfico hasta que esté operativa la nueva variante. El hecho de que se vayan a eliminar más de 60 curvas en el Barranc de la Bota no va a hacer que se pare el tráfico en la carretera ya que «la nueva se va a construir de forma paralela, eliminando estas curvas que ralentizan el tráfico y son un evidente problema para la seguridad vial», aseguró ayer el diputado del PP por Castellón, Miguel Barrachina. El dirigente popular añadió que los trabajos son «una muestra del compromiso del ejecutivo con la provincia».