El secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders, Ramón Mampel, insistió ayer en demandar un Plan de Sanidad Animal que frene el creciente aumento de sacrificios durante los últimos años y posibilite la existencia «de una ganadería viva y rentable en nuestro territorio».

Para ello, una representación de ganaderos de la Comunitat, junto a sus homólogos de otras autonomías de la Unión de Uniones, se concentrarán el próximo miércoles ante el Ministerio de Agricultura. El objetivo es llamar la atención acerca de la importancia de gestionar bien los planes de erradicación de enfermedades y la atención a la fauna salvaje, evitando sacrificios innecesarios y que se arruine a explotaciones ganaderas. Solo en la provincia de Castellón se han tenido que sacrificar más de 600 animales en los últimos tres años.

Los planes de erradicación de enfermedades ganaderas, pese a tener un presupuesto importante, se han mostrado ineficaces y habría que ver lo que no funciona para mejorarlo. Además, «están persiguiendo y arruinando a muchos ganaderos porque les obligan a sacrificar animales, con compensaciones insuficientes, y no se controla la fauna salvaje infectada que contagian a nuestros animales», indicó.