Dinero del propio bolsillo de los vecinos para acabar con los mosquitos. Ese es el extremo al que han tenido que llegar los propietarios de dos fincas ubicadas en la zona de Pau Sensal de Castelló, quienes, cansados de ver cómo estos insectos campan a sus anchas en sus zonas comunes, han pasado a la acción y han decidido tirar de recursos propios con el objetivo de intentar minimizar la plaga de dípteros que tantas molestias les generan en su día a día.

Así, un operario empezó esta semana pasada a fumigar en el patio y los setos de la comunidad Acanto, con la esperanza de encontrar a corto plazo alguna mejoría que ponga fin a las continuas molestias. «Los niños no pueden jugar por la tarde en la zona común por culpa de la barbaridad que dípteros que hay, traspasan hasta la ropa y es inevitable volver a casa con más de una picadura encima. Las habas van que vuelan», relata una de las vecinas.

Situación idéntica en el residencial Espill, finca en la que también un especialista tuvo que actuar días atrás para realizar un tratamiento en el jardín, especialmente en las zonas donde el césped está más húmedo, con el fin de cortar el ciclo y evitar que salgan las larvas de los mosquitos.

Quejas

Ante el aluvión de quejas que han recibido por parte de los vecinos de estas comunidades, la empresa que administra ambas fincas, AdFinCastellón, se ha puesto manos a la obra y es la que se ha encargado de poner en marcha las pulverizaciones que permitan dar una tregua a los propietarios. «A petición suya, hemos fumigado en las zonas comunes y ahora estamos a la espera de conocer los resultados de la intervención», comentan desde la compañía.

De ser positivos y eficaces, la intención es seguir actuando de forma periódica en las fincas, ya que los efectos, al tratarse de un espacio completamente abierto, no son muy duraderos. «Estamos hablando de árboles y elementos que están al lado de agua estancada, como es una piscina, de modo que si se produce alguna mejoría, será efímera», explican, de modo que serán los vecinos los que, conociendo el presupuesto del tratamiento, decidan si quieren seguir echar mano o no de su bolsillo para acabar con los mosquitos.

Ante esta situación, en la que constatan que hay más bichos ahora que al principio del verano, la administradora ha enviado ya una carta al Ayuntamiento pidiendo más fumigaciones. «En las estancias de dentro del edificio está claro que no depende de ellos, pero fuera sí que deberían intensificar más los tratamientos y seguir actuando», reclaman.

A fin de evitar la proliferación de mosquitos en inmuebles de particulares, el consistorio lanzó en agosto una guía con consejos que eviten favorecer el crecimiento de las plagas. «Hay focos que se generan en propiedades privadas que son muy difíciles de combatir», reconoció el propio concejal de Sanidad, Ignasi Garcia.