La reina de las fiestas de 2018, Cristina Pesudo Marzá, llega a estas fiestas con las pilas cargadas y muchas ganas.

--¿Cómo ha ido el verano?

--Muy bien, muy ocupado con actos tanto en el pueblo como fuera a municipios como Nules, l’Alcora, Segorbe o Sant Mateu, entre otros. Pero como resumen, una experiencia muy bonita. Todos los fines de semana estábamos liadas. Puedes hacer tu verano normal pero sabes que tienes esos compromisos.

--Tras estos meses juntas, ¿cómo está vuestra relación?

--La verdad es que nos llevamos muy bien y las considero mis amigas, aunque no se que pensarán ellas --ríe--. Nuestros padres y madres también están muy unidos.

--Antes de hablar de las fiestas de septiembre, ¿cómo recuerdas las de mayo?

--Fueron unos días muy especiales porque es muy diferente ver las fiestas desde fuera que vivirlas así. No tengo palabras para describirlo. De los actos destacaría la ofrenda por la emoción que sientes cuando te acercas a la basílica de Sant Pasqual y oyes las campanas...

--¿Pilas cargadas para volver a empezar?

--Sí, ya estamos todas preparadas. Esperamos estos festejos con ganas e ilusión aunque también con algo de pena porque son las últimas. Sin embargo, seguiremos en el pueblo, viviremos las fiestas y recordaremos todos estos momentos.

--¿Empezáis las fiestas pensando en que falta menos para que acabe vuestra representación?

--Todavía queda mucho para el final ya que estaremos en el cargo hasta abril. Esto es un momento más en la trayectoria aunque sí es cierto que el castillo de fuegos del domingo nos da cierta morriña a todas.

-- ¿Qué destacarías principalmente de estas fiestas?

--La llegada de la Mare de Déu marca en Vila-real el final del verano lo que supone un momento de reencuentros. Considero que es algo muy especial y emotivo.

--¿Qué opinión te merece el apartado musical?

--Creo que está muy bien teniendo en cuenta que somos mucha gente y es complicado satisfacer a todos. Se hace lo que se puede y traen a grupos conocidos como Jarabe de Palo, tengo ganas de verlos actuar. La suerte es que Vila-real es un pueblo grande o una ciudad pequeña y si no te gusta una cosa, puedes ir a otra calle y encontrarás otra propuesta diferente.

--Y respecto los actos taurinos...

--Es nuestra cultura y tradición. Estoy nerviosa porque estas fiestas embolaré un toro y aunque me hace ilusión, me da mucho miedo.

--Más allá de los actos oficiales a los que asistís, también acudís a muchas peñas

--Nos invitan a pasar un rato con ellas y nos acogen muy bien. La gente, sean o no de peña, nos cuidó muy bien en mayo. Nos miran con buenos ojos.

--¿Te coinciden las fiestas con el inicio del curso?

--En mi caso las clases empiezan el día 3 pero ya he hablado con los responsable e iré cuando acaben las fiestas porque sería muy complicado desplazarme a València y ocupar el cargo.

--¿Recomiendas la experiencia?

--Claro. Llegas queriendo mucho tu pueblo porque si no, ni siquiera piensas en ser representante, pero te vas mucho más enamorada de la ciudad. No son solo las fiestas, todo el año es increíble. A la mínima duda de si sí o no, sí, ni pensarlo, sí. El dinero no tiene que ser un impedimento, cada una gasta lo que puede y hay tiempo para ahorrar.