El cementerio municipal de Burriana cuenta en la actualidad con más de 1.300 nichos a los que ya ha expirado o lo hará en breve la concesión de 99 años por la que se cedieron. Los propietarios de las popularmente llamadas casetas o acuden a renovar la concesión a las oficinas municipales o revertirán al Ayuntamiento.

En el segundo de los casos, el consistorio los vaciará y depositará los restos en el osario que tiene el camposanto burrianense y, a partir de ese momento, el Ayuntamiento volverá a disponer del nicho para realizar allí otro enterramiento. No obstante, por delante queda un largo proceso de notificar al propietario la caducidad de la concesión. Una tarea ardua y difícil ya que en muchos casos la persona que figura como titular del nicho ha fallecido o simplemente ya no reside en el municipio.

desde 1834 // El cementerio municipal de Burriana se inauguró en el año 1834 y se acometió la primera ampliación en el año 1928. En la actualidad, está a punto de comenzar una nueva reforma en terrenos anexos, pero ya en los extramuros actuales. El edil responsable del cementerio, Vicent Aparisi, apuntó que «en breve se iniciará la construcción de 200 nichos y para el próximo año está prevista una segunda fase con la edificación de los últimos 200 en el actual recinto. Los siguientes ya se construirán en la ampliación prevista». Además, apuntó que lo más probable es que «muchos de los nichos que están a punto de caducar la concesión acabarán revertidos».

Los operarios municipales tienen perfectamente catalogados todos los enterramientos. En este sentido, se puede asegurar que el primer enterramiento en un nicho, que aún sigue en la propia caseta, data de 1840 y en total estos mismos trabajadores han contabilizado que en la actualidad habrán enterradas unas 26.000 personas en el camposanto burrianense, cifra que crecerá antes de iniciar la ampliación. H