Para los vecinos de la Vall d’Uixó ayer fue prácticamente imposible mantenerse al margen de una celebración estival adelantada, porque así es el Mig Any Fester, un anticipo en febrero concentrado en unas pocas horas de lo que sucederá durante toda una semana en agosto con les Penyes.

El anuncio llegó a ritmo de melodías de metal y percusión, porque no hay celebración popular que se precie vinculada con las peñas que no tenga una charanga alrededor de la cual, como abejas a la miel, se concentran quienes están dispuestos a sacar el máximo partido posible de cada minuto a su disposición. Y fueron prácticamente 2.000 las personas que se congregaron en el entorno de la plaza del Mercado, ese lugar que es todo un símbolo para los peñistas de la ciudad.

TORILES RENOVADOS

Por regla general, quienes frecuentan los toriles de les Penyes son vacas, toros, pastores y ganaderos, pero ayer se hizo una excepción, porque la ocasión bien lo merecía. Y es que, como había anunciado el presidente de les Penyes, Vicente Pitarch, este espacio tan taurino, después de haber sufrido una renovación «muy necesaria», se transformó en una improvisada sala de exposiciones.

Carteles de la semana grande, fotografías de tardes de concurso y mañanas de prueba, incluso los sempiternos cadafals --en réplicas fieles a los colores de las agrupaciones que integran esta asociación cultural y festiva. Incluso no faltó la representación de los habitantes naturales del espacio taurino, inmortalizada de la mano de un taxidermista en una imponente cabeza de toro.

Y así, a partir de las 11.00 horas, fueron sumándose y entrelazándose todos los elementos que definen a les Penyes: música, cultura, concurso de ganaderías y las peñas, las verdaderas protagonistas, las que volvieron a encontrarse medio año después para celebrar que solo falta otro medio para el esperado Chupinazo.

Las mesas, dispuestas en su lugar mucho antes de que los distintivos peñistas salieran de los armarios, no tardaron en llenarse de ese crisol de gente diversa unida bajo una misma motivación, reencontrarse con amigos con la excusa de comer caldereta de bou e iniciar la cuenta atrás.

Un descuento que para la junta directiva de les Penyes comenzó mucho antes, cuando anunciaron la programación del que será el 35º Concurso Nacional de Ganaderías de la Vall d’Uixó.