El paraje de Santa Quitèria de Almassora estrena nueva imagen. La plaga de tomicus destruens y los temporales de viento que obligaron a talar parte de los pinos de esta zona natural han llevado al Servicio Municipal de Mantenimiento y Logística a convertir este espacio en un centro de juegos infantiles. El consistorio ha apostado por estructuras de madera que respeten la imagen del entorno y que se suman al Aula de Natura, habilitada en los antiguos paelleros, inutilizados por la prohibición de encender fuego.

Se trata de dos torres y una pasarela que los operarios han lijado, tratado con productos para evitar su degradación por plagas de insectos y pintado con símbolos tribales para atraer a los más pequeños al enclave, en el que confluyen el fin de la senda del Millars y el acceso a la ermita. El consistorio espera la llegada de otras dos torres que se ubicarán en el entorno del paraje o en la propia senda de la desembocadura, según las posibilidades para anclar las atracciones.

El edil de Servicios Públicos, Joan Antoni Trenco, espera multiplicar la afluencia de vecinos a Santa Quitèria aprovechando todas las opciones de deporte y naturaleza.