Las múltiples denuncias de vecinos ha llevado al Ayuntamiento de Almassora a solicitar el tapiado de dos fincas de propiedad privada en las inmediaciones de la calle 9 de Octubre que sirven de refugio para los toxicómanos.

Fuentes municipales explican que desde el pasado abril la Policía Local y el departamento de Urbanismo trabajan en dar solución a esta problemática, que se ha localizado en dos fincas situadas entre las calles Naciones Unidas y Derechos Humanos, entre los grupos Fátima y Corell. Los inmuebles, deshabitados y en mal estado de conservación, se han convertido en un reducto de marginalidad y un foco en el que se consumen drogas.

Una circunstancia que ha provocado quejas continuas a la Policía Local de residentes de la zona. De hecho, según las mismas fuentes, uno de los edificios estaba en construcción y ha sido desvalijado por completo. A la suciedad de los bajos y los pisos superiores, se suma la peligrosidad que comporta la carencia de las puertas de los ascensores, así como de protección en las escaleras y ventanas que podría causar algún accidente. Además, las marquesinas de toma de corriente se encuentran sin protección.

Ante esta situación, la policía requirió a uno de los propietarios actuar para dar una solución. Si bien se ha tapiado las puertas de acceso a la finca, siguen abiertas las de las plantas bajas y las marquesinas, “por lo que se continúan utilizando para los mismos fines”. De este modo, y a petición de la autoridad, el propietario ha confirmado que cerrará estos accesos, así como el perímetro de la parcela. En el otro inmueble, sin embargo, se está buscando al dueño. Desde el consistorio han señalado la dificultad que comporta la localización de empresas que desaparecieron a raíz de la crisis económica. H