Almassora experimentó un extraordinario aumento de demanda del servicio de recogida de voluminosos en el mes de junio tras el estado de alarma, con un 358% de incremento respecto al mismo periodo del año anterior y cerca de 50.000 kilos procesados.

Ahora bien, la crecida no se limita a un hecho puntual, sino que la tendencia al alza se ha mantenido en lo que va del 2020, llegando a duplicarse los residuos recolectados en comparación con el ejercicio anterior. Solo en el mes de marzo se produjo una variación a la baja de un 18%, coincidiendo con el inicio de la alerta sanitaria por el coronavirus.

Desde el consistorio, el concejal de Gestión de Residuos, Francisco Javier Martí, atribuye este repunte, por un lado, a los desplazamientos a las segundas residencias en la desescalada, pero también a los temporales de fuertes lluvias que afectaron a la localidad en los meses de enero y abril y que, especialmente en este último, produjeron serios daños en viviendas de particulares.

Y es que, hasta julio se han recogido ya 154.320 kilos de restos voluminosos, cifra que contrasta con los 77.140 kilos tratados también entre enero y julio del 2019. Este escenario ha llevado al consistorio a reforzar el servicio contratando a la empresa adjudicataria, al excederse de las previsiones incluidas en el acuerdo, duplicando la frecuencia durante 20 jornadas adicionales por 8.319,91 euros.

Además, según señala el responsable de este área municipal, «si la situación lo precisara en un futuro estaríamos dispuestos a intentar mejorarlo con todos los mecanismos posibles».

Incivismo / Aunque el grueso de los restos recolectados corresponden a gente que realiza el proceso correctamente -solicitando cita previa al 964 21 61 34-, en los meses de verano han surgido de nuevo las prácticas incívicas con el abandono de vertidos en la vía pública sin autorización, lo que obliga al Ayuntamiento a «destinar muchos más recursos económicos a la recogida de estos». Ello implica no poder utilizar estos fondos para otras cuestiones, recuerda Martí sobre las consecuencias, entre las que también se incluyen otras como la falta de salubridad o la imagen que generan.

En lo que va de verano, los operarios han actuado 22 veces por este tipo de hechos. Ante ello, la Policía Local, tal y como confirma el edil, «ha multado ya a varios infractores» con sanciones que oscilan entre los 151 y los 6.000 euros en la normativa, y no descarta «impulsar más medidas de concienciación» similares a la campaña que lanzaron el pasado mes de septiembre. Entre las zonas con mayor problemática se encuentra «el litoral o Santa Quitèria, donde veranean muchos vecinos de Almassora, lo que propicia también el vertido de voluminosos, ya que muchos vecinos realizan reformas o cambio de enseres», afirma el edil.

«Necesitamos una mayor responsabilidad por parte de los pocos vecinos que no cumplen la normativa», sentencia el concejal de Gestión de Residuos.