La mercantil Grupo Ravi retomará esta semana las obras de peatonalización de la calle San Joaquín y la plaza de la Iglesia de Almassora. Tras el parón obligatorio de 15 días de la actividad decretada por el Gobierno para las actividades no esenciales por la crisis del covid-19, el Ayuntamiento prevé que mañana martes la adjudicataria de los trabajos, que ha reforzado el protocolo de seguridad y salud tras la alarma sanitaria, reanude la actuación.

Los operarios trabajarán en el vial San Joaquín, arteria principal del casco antiguo. Tras ejecutar las zanjas actúan en las canalizaciones subterráneas, que darán paso posteriormente a los trabajos de la singular pavimentación de los viales, para los cuales se usará piedra de Borriol y rodeno. Se trata de una intervención reivindicada por el consistorio, que seguía su curso siendo obras no limitadas por el Real Decreto 463/2020 por el que se declaró el estado de alarma, hasta la paralización de hace 15 días.

Y deben ejecutarse en este ejercicio, ya que forman parte de la estrategia Edusi, que debe estar culminada en el 2023. De hecho, las obras del casco antiguo coparán 220.000 euros de los 1,1 millones de euros que aportará la Unión Europea al desarrollo urbanístico de Almassora en este 2020, mientras que el 50% restante será financiado con recursos propios. No en vano, con un presupuesto total de 441.940,52 euros, la reforma de la Vila es la actuación más cuantiosa de este año por detrás de la última fase de obras del bulevar San Jaime.

PLAZO DE EJECUCIÓN

Por este motivo, la edila del área, Carmina Martinavarro, lamenta las «molestias que puedan ocasionar a los vecinos» y pide «comprensión y paciencia» mientras duren las obras, que estarán finalizadas el próximo verano. El plazo de ejecución es de cuatro meses.

Las obras dotarán de iluminación especial a la plaza de la Iglesia. Todo el casco antiguo sumará códigos de pavimentado para destacar datos como edificios catalogados, dotacionales y aquellos con interés arqueológico.