Profesora desde el año 1983, la socialista Maria Josep Safont aparcó las aulas temporalmente en el 2015 para convertirse en la alcaldesa de Burriana y «hacer la mejor política que se puede hacer, que es la de tu pueblo». Inmersa ya en su segunda legislatura, en la que gobiernan junto a Compromís, la munícipe comenta para el programa La Panderola de Medi TV, comandado por Loles García, algunos de los grandes retos que afrontan en este mandato, entre los que destaca la puesta en marcha «definitiva» del proyecto del PAI Golf Sant Gregori.

--¿Qué diferencias hay entre ser jefa de estudios en el instituto y dirigir el Ayuntamiento?

--En el instituto he tenido la inmensa suerte de contar con unos compañeros que eran unas bellísimas personas y que querían mucho a los alumnos y a los padres. Allí la convivencia es primordial. En el Ayuntamiento, si todos camináramos en la misma línea, funcionaría igual, pero como hay gente a la que le interesa sacar partido y obtener rédito político de cosas de las que no deberían sacarse, la relación nunca puede ser de la misma forma.

--¿Qué proyectos tienen por delante para esta legislatura?

--Tenemos unos proyectos impresionantes, sobre todo que continúan lo empezado hace cuatro años. Tuvimos la suerte de conseguir los Feder --que, por cierto, la aportación y la gestión económica la está haciendo de momento el Ayuntamiento, pero esperemos que llegue pronto el 50% de Europa--, para, por ejemplo, firmar la cesión para 30 años del antiguo ambulatorio para poder reubicar ahí los servicios sociales, que ahora mismo están dispersos. También es importante la regeneración del barrio de la Bosca, en el que vamos a hacer un bulevar ampliando las aceras y poniendo unos bancos, para lograr que la gente salga a la calle y pueda también vivir en la calle. Y, asimismo, vamos a presentar el proyecto definitivo del nuevo instituto de secundaria Jaume I, subvencionado por el plan Edificant de la Conselleria.

--¿Y cara al turismo?

--Uno de los proyectos es, con la colaboración del Consell, abrir el puerto de Burriana a la ciudadanía. Estamos también haciendo más accesible la zona marítima. Nada más entramos, construimos el carril ciclopeatonal que llevaba por la carretera del Puerto y ahora acabamos de terminar el de la carretera del Grao, que permite hacer un anillo en el que los vecinos pueden desplazarse al litoral a pie, en bicicleta, en patinete… Es la unión de accesibilidad, salud y movilidad. Aparte, tenemos las jornadas de restaurantes para dar a conocer nuestra gastronomía y ver también qué se prepara cara a Fitur. Burriana tiene mucho para dar a conocer y es muy poco conocida fuera de la provincia, aunque el festival sí que ha llevado el nombre de Burriana a muchos lugares. Yo que resido en la zona marítima he vivido esa evolución a nivel de tranquilidad en el desplazamiento por tráfico, a nivel de sonido… Queda mucho por hacer, pero seguiremos avanzando.

--¿En qué punto se encuentra el PAI del Golf Sant Gregori?

--Se ha hecho más largo de lo que queríamos y de lo que pensábamos, pero las cosas se tienen que hacer muy bien. Hay gente a la que no le interesa que salga y está poniendo palos a las ruedas, y gente que tiene muchas ganas de que salga, nosotros entre ellos.

--¿Pero en qué consiste la iniciativa exactamente?

--El proyecto consiste en poner en valor y hacer revitalizar una zona que está totalmente degradada y abandonada desde hace mucho tiempo. Son más de 2,5 millones de metros cuadrados, lo que daría mucha vida, mucho trabajo y mucha importancia a nivel económico y turístico a Burriana. Han venido muchas empresas preguntando, interesadas en qué se hará ahí, pero claro, es un proyecto muy gordo, que estaba estancado completamente cuando entramos al gobierno en el 2015. Y yo creo que conseguiremos que salga adelante.

--¿Qué se construirá ahí?

--En esa zona ahí previsto que haya de todo: un espacio de ocio, una zona de servicios, una zona hotelera, de viviendas... De todo.

--¿Cuándo podrán verse máquinas en marcha en esa zona?

--La primera máquina en marcha entró, limpió una parte de los terrenos y empezó a hacer unas pequeñas actuaciones en la zona. Aun así, yo confío en que antes de que acabe el año el proyecto se ponga en marcha definitivamente. Se tienen que hacer algunas cuestiones previas, que son urgentes, y en eso se empezará.

--Cambiando de tercio, ¿qué ha pasado entre la Junta Local Fallera y la Federació de Falles?

--La Junta Local Fallera tiene más de 75 años de historia. Es la entidad que ha existido desde el principio de las fallas y coordinaba en el inicio el món faller. No solo a las reinas falleras y sus cortes, sino también algunas de las actividades representativas. Pero las fallas se coordinaron hace unos años y formaron una Federació de Falles, que es la que se encarga de gestionar el tema de subvenciones, hacer compras comunes para poder tener más beneficios… Y ha hecho una gestión muy importante. Nosotros financiamos a la Federación y ella es la que se ocupa de las aportaciones a las fallas. En el año 2015, hubo una intención de eliminar esa Federació y esa Junta Local como dos entes diferenciados y trabajar en común, porque muchas veces estaban duplicándose los trabajos. Y en eso estamos ahora, estamos negociando. Y como en todas las negociaciones, unos tienen que subir y otros tienen que bajar. Sin duda, creo que se llegará a un acuerdo, porque todos estamos interesados en que nuestras fallas salgan adelante.

--Nunca me había imaginado que hubiera tanta política dentro del mundo de las fiestas...

--No es cuestión de política, es de criterios diferentes. Se habla muchas veces de despolitizar, pero las fallas de Burriana tienen la subvención más cuantiosa de todas las de la Comunitat, que es una ayuda directa del Ayuntamiento a cada falla. Damos 6.000 euros a cada una, más los 6.000 euros a la Federación, aparte de premios. Y eso lo tiene que gestionar el Ayuntamiento, ya que el dinero público no lo puede administrar una asociación. Por eso no se puede desvincular del consistorio, pero sí trabajar conjuntamente, y en eso estamos.