La comisión de las fiestas patronales de la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo de la Vall d‘Uixó ha hecho público un anuncio inevitable, el de la suspensión de sus celebraciones, previstas para las primeras semanas del mes de octubre. De este modo, la ciudad cierra un año sin festejos, en el que solo dio tiempo a organizar la Crida Fallera, único acto del programa antes del estado de alarma.

Más de veinte comisiones han ido descartando paulatinamente la posibilidad de organizar alguna actividad, siguiendo el criterio general de la población de evitar cualquier evento que pueda suponer una concentración de personas. De hecho, ninguna de ellas ha propuesto una programación alternativa. En el caso de las patronales de la Sagrada Familia, confirmaron que solo mantendrán las citas religiosas, que por otra parte son las que originaron esta festividad: el triduo de la Trasladación, la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo. Según explicó ayer el presidente de la comisión, Manuel Debón, el propósito inicial es que puedan llevarse a cabo todos los actos de estos días: misas, procesiones y romería a la ermita de los patronos, aunque adaptados a las medidas de seguridad imprescindibles.

Con todo, para saber si ello será posible, habrá que «esperar unos días» todavía. Por el momento, han solicitado todos los permisos en el Ayuntamiento, aunque la última palabra la tendrán las autoridades sanitarias.

Desde la comisión, transmitieron a los vecinos que la actual situación «es un paréntesis en nuestra historia que nos servirá para parar, ser conscientes de dónde venimos y volver con más fuerza para vivir las fiestas del 2021».