Los oropesinos pusieron ayer punto final a la celebración de sus fiestas grandes en honor a la Virgen de la Paciencia, que han estado marcadas este año por la conmemoración del cuarto centenario del virulento ataque pirata que sufrió el municipio en 1619.

El actor Vicent Gavara fue el encargado de realizar el novedoso discurso de cierre de los festejos, en la recién bautizada como Nit de Paciència, siendo el primer vecino homenajeado y el responsable de dar paso al espectáculo final, Talaia, Terra de Pirates, a cargo de la compañía Fam Teatre.

Vecinos y visitantes llenaron la plaza de la Iglesia del casco antiguo para disfrutar de esta inédita actuación, organizada por las concejalías de Fiestas y Cultura, que combinó escenas teatrales, acrobáticas y audiovisuales, con gran dominio de la iluminación.

Después, un castillo piromusical de Ricardo Caballer despidió oficialmente los festejos, ante la emocionante mirada de la reina de la localidad, Victoria Gómez, y sus damas, y de la alcaldesa, María Jiménez, y concejales.

La jornada también incluyó los últimos actos taurinos de las fiestas, dos encierros del hierro de Alberto Garrido; y el concurso de ganaderías entre Germán Vidal y Miguel Parejo. También se celebró una salida por el Día de la Bicicleta, el encuentro de bolilleras y el mercado vintage.

Este fue el último día de unas celebraciones que han estado marcadas por la incorporación de un buen número de novedades, como la Crida en la Nit d’Impaciència o los tardeos con música en directo en el centro del municipio, «que han tenido muy buena aceptación y han sido un acierto, según nos trasladan los vecinos», explica Jiménez. «También tuvieron un gran éxito los conciertos de Francisco, Lola Índigo y Natalia Ferviú», destacó.

La munícipe, además, ha participado de forma muy activa en las fiestas --así como algunos concejales-- vestida de festera en la ofrenda de flores o en la recreación del 9 d’Octubre.