Las negociaciones entre el Ayuntamiento de Benicarló y los representantes legales de la congregación de las Madres Concepcionistas Franciscanas sobre la oferta de la comunidad religiosa de poner a disposición del pueblo el convento de clausura para ubicar en él algunos servicios municipales se han suspendido temporalmente.

El motivo no es que se hayan enturbiado las relaciones, que siguen siendo cordiales, según ha manifestado la alcaldesa, Xaro Miralles. “El abogado de las religiosas nos comunicó que existen otros particulares y empresas interesadas en la oferta, y como el consistorio no puede hacer frente a adecuar el inmueble, no queremos convertirnos en un impedimento para que los otros contactos lleguen a buen puerto”, dijo Miralles. Y recordó que, aunque existía un interés inicial en llegar a un entente, “no existe ningún acuerdo firmado por el que el Ayuntamiento se comprometa a nada en concreto”.

Otro de los motivos del estancamiento temporal del asunto ha sido la opinión de las asociaciones que, en un principio, se había proyectado trasladar a la casa convento si se llegaba a un acuerdo. “El problema radica en que las entidades que están ubicadas en las antiguas instalaciones de la Escuela de la Mar Irta, propiedad de la Fundación Caixa Castelló, opinan que su traslado es complicado y así nos lo han hecho saber”, señaló. H