Ha tenido que pasar casi una década para que el proyecto de construcción de una rotonda en la intersección de los términos municipales de Benicarló y Peñísccola, a la altura de la antigua carretera N-340, tenga visos de materializarse.

Este lunes, los primeros ediles de ambas localidades, Xaro Miralles y Andrés Martínez, iniciaron los trámites para concretar una actuación que tiene como objetivo regular el tráfico y mejorar la seguridad en uno de los tramos más concurridos para acceder a la parte sur de Benicarló y el norte de Peñíscola.

Miralles aseguró: «Queremos mejorar este punto porque somos conscientes de que es una intersección con un elevado flujo vehicular y, de esta manera, dotaremos a todas las viviendas de la zona de un acceso más seguro, tanto para los vehículos que vienen de Benicarló como a los que tienen que cruzar la antigua 340 desde el Corral del Petiquillo».

Por su parte, Martínez se mostró decidido a «colaborar para mejorar la seguridad de las comunicaciones entre los dos municipios», y remarcó que «ambos ayuntamientos colaborarán para encontrar la mejor forma de proyectar y ejecutar las obras».

Tras el primer encuentro entre los dos munícipes, en los próximos días han convocado una segunda reunión a la que asistirán también los técnicos de las dos administraciones municipales, tanto del área de Urbanismo, como de gestión administrativa y jurídica, con el propósito de fijar la fórmula de colaboración y el procedimiento a seguir para construir la glorieta.

Reivindicación histórica

Ya en el 2013, ambos consistorios dieron luz verde en sesión plenaria al plan especial de accesos al sector 9 - El Palmar, que contemplaba la construcción de una rotonda en el mismo lugar para facilitar la entrada y salida al centro comercial Costa de Azahar, ubicado en los aledaños del cruce.

El entonces alcalde benicarlando, Marcelino Domingo, ya manifestó sus dudas ante el hecho de que Fomento diese el visto bueno a la actuación antes de que el vial pasara a ser de titularidad municipal. Además, en un principio, la mercantil Floirac, propietaria del centro comercial, debía sufragar el coste de las reformas de la urbanización del enlace.

Actualmente las circunstancias son diferentes y, finalmente, la buena sintonía entre Miralles y Martínez han logrado desbloquear este enquistado plan.