El Ayuntamiento de Benicàssim impulsa una serie de medidas para extremar la seguridad durante la celebración de la cabalgata de Reyes, en la tarde del 5 de enero, y que suele concentrar a cientos de niños, junto a sus padres, en la arteria principal del casco urbano benicense.

Y es que los operarios de la brigada municipal han trabajado en los últimos días para completar la adecuación de las tres carrozas de los Magos de Oriente, de manera que se instalan unas protecciones para evitar que cualquier pequeño pueda caer bajo las ruedas de las plataformas móviles.

A este respecto, el edil de Fiestas, Arturo Martí, señala que las carrozas “llevarán unos laterales hacia el suelo, que no se apreciarán al ir todas cerradas y adornados”. “Es un elemento de seguridad, dejándolos a pocos dedos sobre el asfalto, con el objetivo de que no se puedan colar los niños y niñas por debajo y evitar accidentes”, remarca Martí.

El fallecimiento de un chaval de seis años en la cabalgata de Reyes de Málaga del 2013 hizo saltar la alarma y ha derivado en un importante incremento de medidas de seguridad para evitar este tipo de sucesos, que desde el Ayuntamiento de Benicàssim empezaron a ponerse en práctica en la última edición --la del 2015-- de este multitudinario evento.

Por su parte, el concejal de Obras y Servicios, Clemente Martín, indica que sería recomendable que “voluntarios o policías acompañen al tractor que precede a la carroza, para tratar de evitar otros posibles incidentes”.

Sobre las chapas que se han colocado en las carrozas, “se han hecho de forma que se pueden levantar sin problemas, bajando unos pestillos, y ya están completamente listas, arregladas y preparadas para el desfile”, añade.

La alcaldesa, Susana Marqués, remarca que el año pasado establecieron “un dispositivo importante de seguridad”, porque les “da pánico que los pequeños se metan debajo de las carrozas para recoger caramelos”. Y añade que se contará con los voluntarios de la Comisión de Fiestas. H