Nuevos movimientos para reactivar las obras de la nueva parroquia de Benicàssim, situada junto a la plaza de Les Corts Valencianes y paralizadas desde hace ya unos 16 años. La agrupación La Canastilla Solidaria, vinculada a la iglesia de Santo Tomás, acaba de destinar alrededor de 1.000 euros, recaudados a través de un acto benéfico en el teatro municipal durante las últimas fiestas de septiembre.

El párroco, Luis Oliver, explicó que, aunque se trata de una cantidad muy distante a la necesaria para finalizar la actuación, es una buena forma de «estimular y animar que se reinicien los trabajos de la nueva iglesia», que se encuentra situada en la entrada sur del casco urbano y que llevaría el nombre de San Juan Pablo II. Para ello, sería recomendable «crear una comisión» con todas las partes implicadas para «planificar de qué manera se pueden generar recursos o buscar vías de financiación», indicó el cura.

Entre las posibles opciones también se baraja solicitar alguna aportación al Obispado, además de la ayuda de los vecinos más partidarios de acabar y poner en marcha el templo, que a medio hacer tampoco presenta una buena imagen para el municipio. Esta no es la primera acción que se toma para crear conciencia de retomar las obras y durante las próximas fiestas de enero hay propósito de realizar otras iniciativas en este sentido.

La nueva iglesia se paralizó sobre el año 2000, según recuerda el párroco actual, y para finalizarla quedaría pendiente «alrededor de un 30% de la actuación». «Está hecha la estructura y la cimentación, que es lo más costoso», apuntó. La parte restante podría suponer un presupuesto aproximado de entre 600.000 ó 700.000 euros, según estimó Oliver.

Los trabajos se pararon precisamente con la crisis económica, «ya que había necesidad de otras cosas, no era momento, pero ahora ya ha pasado un poco», explicó. Los fieles llevan años solicitando un nuevo templo, «porque Santo Tomás es muy pequeña para todas las actividades que se llevan a término, como con las comuniones y confirmaciones». H