La alimentación de animales en la vía pública no cesa en el casco urbano de Burriana. Los vecinos lo hacen principalmente con palomas y los gatos en diferentes puntos de la localidad, lo que contribuye a la proliferación no controlada de los mismos. Paradójicamente, mientras se intenta verificar la colonia de palomos silvestres con su captura autorizada, por otra parte hay otras personas que les dan de comer de manera continuada con diversos alimentos, como migas de pan.

En lo referente a los gatos, los puntos en los que alimentan a estos felinos son muy variados, al igual que también ocurre con el tipo de comida. En algunas zonas incluso adquieren en los supermercados productos específicos para ellos, tanto en seco como en paté, de forma que los animales están acostumbrados a acudir a estas áreas para nutrirse.

PROHIBIDO // Y todo ello ocurre a pesar de la ordenanza municipal que lo prohíbe por cuestiones sanitarias aparejadas a los propios animales, que, al margen de la alimentación, no reciben ningún otro cuidado ni desparasitación.

El problema de las colonias felinas ya se ha dado con anterioridad en la localidad. De hecho, en mayo del 2016 algunos residentes en la localidad solicitaron a la Policía Local que tomara medidas para poner freno a los puntos de la vía pública en los que se estaba dando de comer a ejemplares sin dueño. Tras sumar varias denuncias ciudadanas, los agentes avisaron mediante escritos informativos de la prohibición contemplada en las ordenanzas.