La presencia de máquinas en los aledaños del viejo IES Llombai anuncian el inicio de las obras de derribo de unas instalaciones abandonadas desde hace más de siete años y actualmente en situación de ruina. La empresa encargada de convertir en escombros los antiguos aularios descargó un primer camión con maquinaria a primera hora de la mañana de ayer, 24 horas después de que el Ayuntamiento firmara el convenio para permitir el inicio de los trabajos, y se espera que la próxima semana comience el derribo propiamente dicho. Los preparativos ya han comenzado e incluso se han alzado cables de tendido telefónico para facilitar el paso de la maquinaria y los camiones que procederán a la retirada de los escombros. La cuenta atrás ha comenzado y con ella la eliminación de lo que se convirtió en un problema de seguridad ya que hubo un momento en el que cualquier vecino podía acceder a las ruinosas instalaciones ante la falta de puertas por los robos, tanto en el exterior como en el interior del inmueble. De hecho la inmensa mayoría de las partes férreas y cableado eléctrico fueron sustraídos.

La alcaldesa y edila de Educación, Maria Josep Safont, fue clara al valorar la llegada de las máquinas: «Ya era hora». La munícipe lamentó la situación del edificio y el hecho de que se haya tenido que llegar al derribo. «Eran unas instalaciones que se podían haber aprovechado, pero en su día no se tuvieron las ideas claras y ahora ya solo quedaba como remedio el derribo para evitar problemas mayores». Se refería Safont a que la situación de ruina podía suponer algún problema por el deterioro sufrido, tras el cierre de las instalaciones al abrirse el nuevo instituto en la avenida Cardenal Tarancón.

vandalismo // Por este motivo, la alcaldesa aseguró que ya era momento «de que se quede como un solar diáfano». Y es que, según añadió, «desde que está el nuevo instituto, este se quedó vacío y fue objeto de continuo vandalismo que había que cortar. Se abandonó y al final han quedado inutilizables». El Consell es quien realiza la actuación.

Ahora se abrirá otro proceso, el de dar un uso a dicha parcela, pero eso es algo que aún hay que estudiar. «Tenemos que meditar con mucha tranquilidad porque hay muchas necesidades para Burriana y tenemos que ver cuál es la más interesante», apuntó.

En poco tiempo Burriana contará con dos solares de titularidad pública de un total de unos 50.000 metros cuadrados (antigua papelera y viejo IES Llombai) en zonas próximas al centro.