La concejala de Fiestas de Burriana, Lluïsa Monferrer, realizó ayer una valoración de las fiestas patronales en honor a la Mare de Déu de la Misericòrdia, finalizadas este fin de semana. Unos festejos «muy positivos» en los que destacó la alta participación de los vecinos en los actos programados, así como la no suspensión de actividades --aunque sí reprogramación-- a pesar de las inclemencias meteorológicas.

Y de entre todas las citas destacó, con diferencia, la masiva asistencia de público a la exhibición de Nubarrón, el toro de Partido de Resina que se exhibió el pasado sábado y que fue el más caro de la historia del bou al carrer. Aún sin cifras de la Policía Local, Monferrer apuntó que, desde que se anunciara la presencia del astado, la localidad se ha publicitado a nivel nacional «y eso motivó que viniese tanta gente a verlo».

La edila explicó que «hubo una gran afluencia de público, mucha más de la habitual, y por eso hay que destacar el buen trabajo y la buena coordinación que hubo entre la Policía Local, la autonómica y voluntarios para todo saliese bien». «De no haber existido, hubiese sido una tarde peligrosa», añadió. Asimismo, Monferrer apuntó, como el momento más complicado, «el de la salida del ejemplar». No en vano, se dieron varios avisos para que los aficionados se resguardasen y poder dar unas mínimas condiciones de seguridad para los rodaors.

Por último, la responsable de los festejos también señaló que «solamente ha habido un herido y no fue por una cornada, sino por un golpe, algo que también es de destacar porque veníamos de la Misericòrdia del año pasado, mucho más accidentada, y teníamos miedo a lo que podía suceder en esta ocasión».