Las instalaciones de la antigua Joya no paran de acumular problemas. Primero fueron los derivados del acceso de personas a unas viejas naves con peligro de desprendimientos y el hecho de que se pudiera acceder sin ningún problemas tras el robo de puertas y ventanas. Después, el acceso a su interior de ladrones que no dudaron en derribar parte de la estructura para llevarse las vigas de hierro. Ahora que están derribadas, hay quien sigue queriendo acceder a su interior y no ha dudado en tirar al suelo varias ventanas tapiadas de ladrillos y de nuevo el terreno vuelve a estar accesible para cualquier persona.

En el interior de las paredes que cercan el terreno no hay más que algunas hierbas que han crecido y varias pintadas y dibujos realizados con la técnica del graffiti.

El edil de vía pública, Vicent Aparisi, manifestó al respecto que el Ayuntamiento va a “poner más medios policiales para que controlen la zona”. “Al mismo tiempo, vamos a instar a la empresa para que vuelva a tapiar las ventanas”, añadió el concejal.

Las instalaciones de la antigua Joya se derribaron a principios del 2014. Atrás quedaron unas viejas instalaciones, con placas de fibrocemento ondulado con amianto, y quedó al descubierto un solar de casi 20.000 m2.

Inicialmente, se había previsto edificar viviendas en altura, pero en la coyuntura económica llevó al olvido este proyecto, e hizo propietario del solar al banco que prestó el dinero para la inversión. Además, con fincas de pisos aún por terminar a pocos metros de la citada parcela, luego hubo movimientos con otros fines y entre ellos, el establecimiento de un outlet de ropa de marca y sus variantes. Y también se anunció desde el Ayuntamiento la intención de llevar a cabo una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana si llegaba un proyecto que lo precisara, pero hasta la fecha nada se ha hecho realidad y las antiguas instalaciones de la conservera hoy siguen siendo un solar. H