Los continuos desencuentros entre el Ayuntamiento de Burriana y la organización del Arenal Sound se arrastran desde el pasado mes de septiembre, cuando llegó una sentencia por vulneración de los derechos fundamentales, a raíz de una denuncia promovida por nueve vecinos del grupo Roger de Flor, por exceso de ruido. Aunque ambas partes recurrieron, hace un mes el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat condenó al consistorio a indemnizar con 2.000 euros a cada uno de los denunciantes. De todos modos, la resolución judicial rechazaba la petición de los demandantes de prohibir la celebración del festival.

Este hecho ha desencadenado la principal divergencia entre ambas partes, a pesar de que el último día del festival del 2015, organización y Ayuntamiento llegaron a un preacuerdo para seguir en Burriana.

En los últimos meses, la organización ha presentado alternativas de emplazamiento al Ayuntamiento para conseguir la autorización, aunque ha mantenido negociaciones con otros municipios, como Nules, para trasladar el evento en próximas ediciones. La intención de los promotores era mantener este año el recinto de conciertos en su ubicación habitual junto al mar, pero ante la negativa municipal plantearon Malvarrosa, que ahora se rechaza. El futuro del festival es incierto. H