La reunión entre comparsas del Carnaval que tuvo lugar la noche del pasado martes para decidir la forma en la que se desarrollan los desfiles del último fin de semana festivo eligió por amplia mayoría que se vuelvan a celebrar en un formato con circuito cerrado.

La Comisión Organizadora del Carnaval (COC), dirigida por Abilio Segarra, optó por la convocatoria de esta asamblea para que fueran las entidades las que manifestaran mediante votación si optaban por organizarlos como se ha hecho en la gran mayoría de ocasiones o en abierto, como el último año. Del escrutinio se deduce que la experiencia de la pasada edición no acabó de convencer a los implicados.

El objetivo de la COC, dirigida entonces por Jordi Febrer, al optar por el cambio era que estos eventos, que citan a miles de personas, fueran de la misma duración para los comparseros, de aproximadamente dos horas y media, pero sobre todo que ganaran en fluidez para el público y que hubiera menos retenciones que, debido al gran número de integrantes de las agrupaciones, se producían tradicionalmente.

RESULTADOS // En el del sábado hubo retrasos, pero el domingo el evento fue más ágil. Desde el punto organizativo, la directiva también defendía entonces el circuito abierto porque facilitaba el trabajo organizativo y permitía calcular mejor los tiempos, retirar carrozas en caso de emergencia y solucionar problemas que hacían que, en muchas ocasiones, el acto fuera difícil de disfrutar al 100% por los asistentes.

A pesar de ello, tras la experiencia hubo numerosas críticas en las redes sociales, que incluso provocaron que la COC emitiera un comunicado defendiendo que la elección era una medida que la junta tenía en su programa.