Los coches antiguos y pintorescos fueron ayer protagonistas en la jornada central de la séptima edición de Benicàssim Belle Époque, con un desfile que recorrió el casco urbano y que pasó por la Torre Sant Vicent para llegar al Voramar. Allí quedaron expuestos todo el día, frente a Villa Elisa, convirtiéndose en el principal punto de atracción, junto al globo cautivo que volvió a elevarse.

Los visitantes también disfrutaron del mercado modernista, en el que se pueden adquirir alimentos como chocolates o embutidos, así como zapatos, sombreros, parasoles y hasta las plantas más curiosas. Uno de los aspectos más llamativos de la cita es ver a los tenderos ofreciendo sus servicios con vestimente típica de época, lo que consigue transportar al público a aquellos felices años 20, cuando Las Villas de primera línea de playa estaban en su máxima esplendor y recibían la visita de la más alta burguesía.

El programa, cargado de actividades para todas las edades y gratuitas, impulsado por la Concejalía de Turismo, sigue hoy, en el último día del evento en el paseo Pilar Coloma, con la apertura del mercado modernista (a partir de las 11.00 y 17.00 horas) y la peluquería (a partir de las 12.00 y las 17.30 horas) que prepara a las mujeres con todo tipo de peinados de época, con previa inscripción frente a Villa Margarita.

Además, hoy es el día de las bicicletas clásicas con desfiles por el paseo, a las 12.00 y a las 19.00. También hay ruta a Las Villas, teatro itinerante sobre los baños de mar y una verbena y el baile del farolillo como colofón final.