Aunque el Ayuntamiento de Almassora había dado por finalizadas en diciembre las obras del colegio Errando Vilar --el primer centro en el que interviene el plan Edificant de la Generalitat en la localidad--, el equipo directivo del centro mostró ayer su malestar, ya que considera que los trabajos aún no están terminados. Así lo expresó su director, Jorge Grifo, quien recordó que una de las tareas que quedan pendientes es construir la pared colindante con el nuevo trinquet. El recinto deportivo, en el que están a punto de concluir las obras, está contiguo a la parte trasera de la escuela. «Es una zona de seguridad de tres metros que ha quedado toda al descubierto», criticó.

Ante esa situación, desde el consistorio aseguran que la próxima semana levantarán el muro de separación, aunque subrayan que la dirección del colegio no tiene motivos para quejarse, puesto que el Errando Vilar es «el primer colegio» --de los seis públicos que cuenta la ciudad-- en recibir las obras del Edificant, que entre otras mejoras, destacan que ha permitido a la comunidad educativa incorporar una zona techada en la entrada del edificio por la calle Constitución, contar con un nuevo almacén o la renovación de puertas.

Aun así, el director recalcó que esta acción «llega tarde». «En un principio, las intervenciones tenían que estar acabadas en verano y luego en Navidad», denunció. También subrayó que la zona del huerto escolar, que cuenta con una decena de parcelas, «no está acabada» --falta instalar el riego por goteo-- porque está «supeditada» a la culminación del trinquet, que manifestó que es «la prioridad» para el Ayuntamiento. Además, Jorge Grifo afirmó que no pueden hacer uso de toda la superficie del patio, «porque un tramo sigue vallado».