Peñíscola intensifica estos días la vigilancia en los accesos a la localidad y a las urbanizaciones para evitar que personas de fuera del municipio acudan a sus segundas residencias durante la Semana Santa. Además de reforzar los controles en esos puntos estratégicos con un mayor despliegue de agentes, la Policía Local, en colaboración con la Guardia Civil, ha colocado también barreras fijas de hormigón, de tipo New Jersey, para asegurarse de que aquellos que quieran saltarse el aislamiento por un motivo no justificado, como es acceder a su apartamento o domicilio vacacional, no puedan hacerlo.

Fuentes del consistorio explican que desde que empezó el actual estado de alarma han conseguido un «confinamiento casi total», ya que los vecinos cumplen con las restricciones de movilidad, por lo que el principal tránsito de vehículos está siendo las salidas autorizadas a las farmacias y tiendas de alimentación.

68 denuncias a personas de fuera del municipio

Desde que comenzaron las limitaciones de movimientos, los agentes han interpuesto 68 denuncias a personas que no son del municipio, que se desplazaban hasta Peñíscola «sin causa justificada».

Además de instalar obstáculos en los viales de entrada, el Ayuntamiento ha pedido a la Subdelegación del Gobierno un refuerzo de los efectivos de la Guardia Civil e incluso del Ejército para poder seguir controlando los accesos, según confirman desde el ente gubernamental, que apuntan que de momento este es el único municipio de la provincia en formular una petición de estas características.

Colaboración vecinal

Asimismo, el consistorio hace un llamamiento a los vecinos y a los propietarios de los establecimientos que permanecen abiertos como servicios esenciales para que, si detectan la presencia de una persona alojada en una segunda residencia, den parte a la Policía Local. Del mismo modo, solicitan a los trabajadores de supermercados y farmacias que avisen si observan clientes que puedan ser de fuera de Peñíscola.