Operarios de la empresa familiar propietaria de las viviendas números 14 y 16 de la calle Santa Ana de Onda repararon ayer de urgencia fachadas, balcones y voladizos para evitar más desprendimientos a la vía pública, después de que la Policía Local tuviera que cortar al paso el estrecho vial, tras caer algunos cascotes.

Se trata de un vial situado en pleno centro histórico, que soporta poco tráfico de vehículos, pero sí de peatones, ya que es una de las entradas principales a las cuestas empinadas que llevan al castillo. Por ese motivo, prohibieron el tráfico rodado en la zona.

La familia responsable ya había solicitado los correspondientes permisos para realizar obras de reforma, pues los inmuebles estaban en mal estado. Nada más conocer el corte de la calle, se comprometieron con el consistorio a arreglarlo todo urgentemente, según fuentes municipales.