Cuando la cumbre entre Isabel Bonig y Toni Cantó parecía allanar el camino para que PP y Ciudadanos se buscaran como aliados prioritarios en los pactos de gobierno de los ayuntamientos, las declaraciones de la candidata de la formación naranja en Orpesa, Araceli de Moya, han levantado ampollas en las filas de Cs.

Tal como publicaba ayer Mediterráneo, la líder del partido en la localidad exige ocupar la alcaldía en solitario durante la próxima legislatura y no cierra puertas a pactar con el PSPV, desoyendo las instrucciones de arriba, que instaban a los candidatos locales a priorizar el entendimiento con el PP y a dejar que gobierne la fuerza más votada de entre los dos partidos, premisa que en Orpesa se incumpliría de acuerdo a las exigencias de Moya, ya que el PP obtuvo tres ediles más que Cs.

Ante esa voz discordante, fuentes de la formación naranja consultadas por este periódico confirman que los alcaldables deben respetar las líneas marcadas por el comité de pactos, que es el órgano que tiene la potestad para definir las preferencias en los acuerdos, tal como recalcó el síndic de Cs en Les Corts tras la reunión con la presidenta del PPCV. «En este partido, a quien competen las decisiones de los acuerdos de gobernabilidad locales es al comité de pactos, y en ningún caso son decisiones que puedan tomar únicamente los candidatos», puntualizó Toni Cantó.

GRUPO CON MÁS APOYOS // Al margen de las discrepancias surgidas en las filas naranjas, la candidata del PSPV en Orpesa, María Jiménez, aseguró que «bajo ningún concepto» darán la alcaldía a De Moya, tal como ella pide. «No vamos a cedérsela. Solo tienen dos concejales y 400 votos. Los ciudadanos han dicho que quieren que gobierne el Partido Socialista como grupo más votado que somos», destacó. Aun así, Jiménez, que obtuvo cinco ediles al igual que el PP, indicó que continuará con las negociaciones con la representante de Ciudadanos con el fin de llegar a un acuerdo y lograr un pacto de gobierno.

Mientras tanto, el candidato popular en Orpesa y alcalde en funciones de la localidad, Rafael Albert, prefirió no entrar a valorar la petición de De Moya, quien exige que dé un paso al lado y se retire de la vida política. «No voy a hacer declaraciones, hasta que pase todo prefiero quedarme al margen y no decir nada», afirmó ayer el actual primer edil.