La Asociación Benicarlanda por la Recuperación y la Investigación del Legado (Abril) dio a conocer ayer las alegaciones que han presentado al Plan Especial de Protección, Conservación y Rehabilitación del Casco Tradicional de Benicarló. Las propuestas del ente pivotan sobre cinco ejes: ampliar el ámbito de actuación, incorporar edificios de especial relevancia, recuperar elementos arquitectónicos de antaño, introducir espacios libres e implementar medidas cautelares para la conservación de los inmuebles que tengan más antigüedad.

La entidad reclamó aumentar la intervención más allá de las calles de La Volta y añadir, como apunta el arquitecto Enrique Moya, «fachadas y viviendas que merecen un tratamiento especial por su valor patrimonial, cultural y tradicional». Como ejemplo, el especialista cita sitios de la calle Cristo del Mar o del Grao, almacenes de vino, arrabales o casas señoriales o de arquitectura popular del paseo Febrer Soriano. La vivienda del arrabal del camino Alcalà, la más antigua de Benicarló según reflejan los listados municipales, quedaría fuera de este plan especial.

Otro edificio que creen que debería ser bien de interés cultural (BIC) o bien de relevancia local (BRL) es el convento de las Concepcionistas Franciscanas, del año 1846. El colectivo también reclama una figura de protección para toda construcción anterior a 1965, para evitar derribos.