Los amantes de los disfraces y los ritmos brasileños disfrutaron ayer en Alcossebre de su gran desfile de Carnaval que, como de costumbre, pone el broche de oro a estas celebraciones en el núcleo costero de Alcalà de Xivert. La principal novedad de este año fue el cambio de recorrido, que arrancó en la avenida Blasco Ibáñez y pasó por las principales calles de este destino turístico.

Tras la buena acogida de la pasada edición, se repitió la experencia del sambódromo junto al centro médico, en el que las 14 collas participantes lucieron sus coreografías y carrozas en medio de un espectacular despliegue de luz y sonido. Para facilitar la asistencia desde Alcalà, se dispuso de un autobús, que permitió disfrutar de la fiesta sin tener que coger el vehículo particular. La noche finalizó en la carpa del paseo Marítimo, con el baile de la orquesta Centauro y una discomóvil.

MASCOTAS // Por la mañana, la plaza de la Mola albergó Una animalada de Carnaval, un animado concurso en el que las mascotas desfilaron junto a sus dueños de diferentes guisas. Los espectadores disfrutaron viendo a los perros ataviados de moteros, hadas, personajes mitológicos o incluso de jugador del Athletic de Bilbao. La actividad, que ha alcanzado la quinta edición, ya se ha convertido en todo un clásico de esta fiesta en Alcossebre. Por otro lado, durante la tarde se celebró el desfile infantil, que finalizó con chocolate para los participantes.