Los trabajos de dragado en la bocana del puerto de Peñíscola comenzarán la semana que viene, según han indicado a Mediterráneo fuentes de la Conselleria de Obras Públicas y Transportes. La actuación tendrá un plazo de ejecución de entre cuatro y seis semanas, y consistirá en la retirada de la arena que, en los últimos años, se había ido acumulando en la entrada, con los consiguientes efectos negativos para la navegación de las embarcaciones de pesca, sobre todo en días de fuerte oleaje, como ocurrió en los temporales del pasado mes de diciembre. Esos días hubo naves que tuvieron que parar en localidades próximas, como Vinaròs, ya que el escaso calado existente impedía la correcta maniobra tras la jornada de trabajo.

Desde el departamento autonómico han añadido que la medida se ejecuta en verano, «ya que los marineros habían reclamado insistentemente el dragado, y una vez que se han realizado los trámites correspondientes, no podíamos demorarlo más». Antes de adjudicar la actuación, se hicieron los correspondientes estudios para analizar la capacidad de la bocana así como los materiales depositados como consecuencia de las olas.

A pesar de la coincidencia con el periodo de mayor afluencia de visitantes, han puntualizado que la retirada del material no afectará a las playas. A diferencia de la vez anterior, cuando se habilitó una parte de la costa sur para su depósito, en esta ocasión se dejará nuevamente en el mar, «en la zona donde decida Capitanía Marítima, y que será lo suficientemente alejada como para no molestar a los usuarios».

En cuanto al funcionamiento del recinto portuario, desde Conselleria indican que la labor de la maquinaria será compatible con la entrada y salida de los pesqueros. Además, en julio y agosto habrá parada biológica en los barcos de arrastre, los de mayores dimensiones. La última vez que se hizo un dragado en Peñíscola fue en 2012. Por ello, el colectivo de marineros solicitó medidas, ratificadas por el pleno del Ayuntamiento de la localidad.