Las empresas de l’Alcalatén reclaman mejoras en la CV-190 --que conecta l’Alcora, Figueroles, Llucena, Castillo de Villamalefa, hasta Zucaina y Cortes de Arenoso--, que soporta un elevado numero de vehículos diarios, especialmente correspondiente a camiones y otros vehículos pesados dependientes de la industria de la zona. La estrechez de la calzada, unida a los numerosos tramos de curvas peligrosas y al hecho de que pase por dentro de poblaciones como Figueroles o Llucena, hacen que la peligrosidad de la carretera sea muy elevada, como constatan empresarios, que reclaman a las administraciones las inversiones necesarias para acometer actuaciones para poder garantizar la permanencia en la zona o se verán obligados a cambiar de poblaciones. De hecho, en el año 2005 la Generalitat hizo un proyecto para eliminar el paso de la carretera por el centro urbano de Figueroles, pero finalmente no se hizo realidad.

TESTIMONIOS // «Los arreglos en esta vía son necesarios e imprescindibles porque contribuyen al desarrollo de las empresas en el mundo rural», asegura Rosa Flors, de Embutidos Flors, una firma familiar con décadas de experiencia en el sector de la cría del ganado porcino y la elaboración y venta de productos derivados del cerdo, con más de una quincena de establecimientos, algunos de ellos en Llucena y Villahermosa del Río, población en la que se encuentra su explotación porcina y a la que se accede por la CV-190 y la CV-175. Para esta empresaria, «unas buenas conexiones son fundamentales en el interior, porque si cierran las empresas y no hay trabajo, no hay familias, y tampoco niños, por lo que no abren colegios... Es una rueda. Si queremos tener los pueblos vivos es necesario actuar».

Tal y como detalla, hacen «un gran esfuerzo económico» para poder mantenerse en estos municipios. De más del centenar de trabajadores, alrededor de 60 lo hacen en sus establecimientos de Llucena, Villahermosa y Puertomingalvo. «La CV-190 está muy mal, cada vez que llueve un poco fuerte hay accidentes», añade.

La peligrosidad de la carretera también afecta a las azulejeras asentadas en la zona, tal y como constata Luis Carda, director general de Fabresa --empresa que nació en 1960 en Llucena--, que se ha visto obligado a tener contratado un centro logístico en Castellón, entre otros, por la situación de esta carretera, que no tiene arcén en algunos tramos y en la que existe una ruta ciclista, que acentúa la inseguridad vial.

«Los transportistas ponen problemas, los camiones bañera y los contenedores tienen que pasar por dentro de Llucena o Figueroles, con aceras estrechas y zonas donde no pueden cruzarse con un coche; con esta red de transporte es difícil hacer inversiones en la zona; se habla mucho de dar ayudas para frenar la despoblación, pero pasan los años y esta carretera no se mejora», apunta Carda. Fabresa da trabajo a 60 personas, «60 familias, el 95% de las cuales son de Llucena». «Debería ser prioritario pero hace falta voluntad política», apunta.

En términos similares se expresa Rogelio Vila, de Equipe Cerámicas SL, ubicada en Figueroles: «Nosotros también estamos interesados en que se mejore la carretera todo lo posible» y aunque ahora no tienen problemas con clientes y transportistas por ello, «cualquier actuación será bien apreciada por todos».