Las fallas de Burriana se han enfadado con la presidenta de Junta Local Fallera (JLF), Lluïsa Monferrer, tanto por las formas como por el fondo de la cuestión, y han decidido no asistir a los actos organizados este domingo para conmemorar el 50º aniversario del hermanamiento entre la JLF y la falla Císcar de la localidad.

La Federació de Falles se enteró de manera casual de la cita el lunes por la noche y a pesar de que el martes por la mañana mantuvieron una reunión con la edila de Fiestas, esta no les mencionó nada del evento conmemorativo.

El mismo día, por la noche, el asunto se trató en el pleno de la agrupación y se instó a no acudir. Cuanto menos, de manera oficial, por la deliberada falta de atención de la concejala con el colectivo fallero de la localidad, ya que si bien es cierto que se trata de un evento de la JLF, no lo es menos que este organismo está integrado por la alcaldesa, que delega en la representante de Fiestas, los miembros de la comisión permanente de la junta y un integrante de cada una de las comisiones.

Finalmente, el miércoles por la mañana las fallas recibieron un correo electrónico invitándolas a ver el monumento que se plantará el domingo y presenciar la cremà, pero en modo alguno se les invita ni a la recepción oficial, ni tampoco a la paella. Por ello, no participarán de forma oficial en las actividades.