El de Victoriano del Río Cortés es uno de los nombres más deseados por los eventos taurinos repartidos a lo largo y ancho de nuestro país. Encierros como el vivido ayer en Onda justifican esta fama. La presencia de Pudoroso, Coplero, Bochornoso, Exclusivo, Despreciado, y Decorado puso el deseado broche de oro a una Fira 2019 llena de hierros reconocidos, con un gran número de aficionados y, afortunadamente, exenta de incidentes de consideración.

La carrera resultó limpia y con una monumental afluencia. Miles de personas, procedentes de toda España asistieron para poder contemplar a los animales. Una de las más elevadas que se recuerdan. Y es que no solo se congregaron los espectadores en las zonas habituales, sino que también hubo lleno en los cadafals de todo el recinto. Cualquier espacio fue bueno para comprobar, en primera persona, la valía de las seis reses invitadas.

La espera mereció la pena y el comportamiento de los toros ayudó sobremanera. Desde el primer momento hubo dos de los integrantes de la manada que se pusieron de cabeza, generando la emoción dentro de la carrera y también en las barreras. Los únicos instantes de riesgo fueron los ocurridos en la calle Ecce-homo a la altura de la curva de Cervantes, causadas por la masificación de corredores. Muchas caídas que no trajeron más consecuencias.

Las buenas sensaciones también se produjeron por la tarde, con las exhibiciones y los embolados de la noche, en las que los rodaors y el público certificaron el gran momento de la ganadería.

PEONZAS / En otro orden de cosas, los más pequeños lo pasaron en grande con uno de los juegos de moda, el BeyBlade, consistente en la disputa de animadas batallas con peonzas modernas.