Tras el cierre hace algo más de dos semanas de un tramo de 25 metros de la playa del Gurugú al detectarse niveles de contaminación microbiológica, el Ayuntamiento de Benicarló sigue trabajando para determinar el origen del vertido. Cabe destacar que la zona acotada no suele registrar una presencia alta de bañistas.

La Dirección General del Agua volvió ayer a tomar muestras del área para realizar un nuevo análisis. Paralelamente, también se está llevando a cabo una búsqueda con cámaras en el interior de los colectores de pluviales para averiguar de dónde procede el derrame, de forma que el ejecutivo local está destinando los recursos necesarios a investigar el origen de la contaminación. En este sentido, los técnicos municipales indicaron que la explicación más probable «se basaría en la curva de modulación de la demanda, es decir, que el consumo de agua en verano y especialmente los fines de semana aumenta, y también se incrementa la generación de aguas residuales y ahí podría estar la causa del problema».

Por su parte, la alcaldesa, Xaro Miralles, insistió en que la calidad de las playas «es excelente y el tramo que se ha cerrado no se utiliza para el baño», y recordó que La Caracola y El Morrongo cuentan con la bandera azul.