El Juzgado de Instrucción uno de Vila-real ha archivado la denuncia presentada por el edil de Se Puede Burriana Manel Navarro por presunto cohecho por parte de la portavoz de Cibur, Mariola Aguilera, por una supuesta incitación al transfuguismo, al considerar que los hechos «no son constitutivos de infracción penal».

El juez ha dictado el sobreseimiento libre de la causa. Se trata de una resolución judicial, adoptada en forma de auto, que supone la finalización del proceso. De hecho, es un tipo de sobreseimiento que únicamente se puede dar cuando concurren algunas de las siguientes circunstancias: cuando no existan indicios racionales de haberse perpetrado el hecho que hubiere dado motivo a la formación de la causa, cuando el suceso no sea constitutivo de delito alguno y cuando aparezcan exentos de responsabilidad criminal los procesados como autores, cómplices o encubridores, según consta en el artículo 637 de la ley de enjuiciamiento criminal, LECrim.

En el auto, al que ha tenido acceso este periódico, el titular del juzgado señala, tras llevar a cabo las diligencias oportunas, que «no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo a la formación de la causa». Por ello, dicta esta resolución «atendiendo a la declaración poco precisa del denunciante». Del mismo modo, se apoya en el resto de declaraciones testificales tomadas respecto al proceso, «que si bien no estuvieron presentes en los hechos denunciados mediante grabación, acreditan las relaciones personales previas que existían entre el denunciante y la investigada», según consta en el texto.

Y señala que las charlas «grabadas intencionadamente por el señor Navarro» no tienen «gran relevancia de carácter penal».

contraprestaciones // El asunto se remonta al 23 de noviembre del 2017, cuando el edil de Se Puede Burriana, Manel Navarro, pidió a la Fiscalía que investigara si existía delito por un ofrecimiento laboral, que le trasladaron «a cambio del cual se le pedían unas contraprestaciones en su actividad como representante público». Una situación, rezaba el escrito presentado, «en la que se sentía inquieto». «Creo que como funcionario público y representante del pueblo tiene que tener conocimiento la justicia y que sea ella misma la que pronuncie», manifestó el concejal.

Frente a esta situación, la edila Aguilera defendió que con Navarro tuvo una relación «más personal» porque «estuvo por los despachos de la oposición llorando y pidiendo favores y consejos».